miércoles, 7 de marzo de 2012

Dino Dini


No le gustaba el fútbol. Así que el encargo de programar un juego de fútbol no le entusiasmó demasiado, pero la vida es así y hay que comer. Que te encarguen un trabajo así, de un campo que no conoces, tiene precisamente ese problema: que no tienes ni puta idea de que va la cosa.

Lo único que tenía a mano nuestro héroe, con una economía estudiantil, para ver como diablos eran los juegos de fútbol era una consola nintendo y un juego llamado Soccer. Este juego tenía una particularidad: el balón no quedaba pegado a los pies del jugador, sino que rebotaba y había que conducirlo dando toques cortos. Primera idea anotada.

También tenía una tele. Y se puso a ver partidos de fútbol como un lector de as cualquiera. Le resultó tan divertido como ver derretirse la nieve. En medio del sopor que le causaba el visionado de los partidos se le ocurrían ideas peregrinas, como por ejemplo contar los jugadores. 11 contra 11. Curioso. Ningún juego de fútbol tenía en cuenta esto. Todos eran 5 contra 5, 6 contra 6 o 7 contra 7. A esos programadores el fútbol les debía gustar aún menos. Segunda idea anotada.

Un profesional de los videojuegos no puede mantenerse al margen de los salones recreativos. Nuestro héroe se gastaba religiosamente los chelines-peniques-lo que sea que se gastara en el más cercano de su casa. Los juegos de fútbol, evidentemente, nunca le habían llamado la atención, pero empleo obliga. Y se fijó en uno japonés, con cheerleaders y todo, llamado Exciting Soccer 2. Lo que le llamó la atención es que la cámara estaba puesta arriba del todo, dando lugar a una vista de pájaro. Por las limitaciones de las máquinas de la época la vista 2D era mucho más apropiada, ya que permitía un juego más rápido. Tercera idea anotada.

Este mezclujo dio lugar a un juego llamado Kick Off y que tuvo un éxito importante. Con la economía resuelta se dedicó a desarrollar una segunda parte llamada Kick Off 2, con más éxito aún. Con tanto éxito que hoy día se juega de forma profesional a un juego lanzado en 1990 con campeonatos del mundo y todo. Por cierto, el vigente campeón del mundo es un danés llamado Dagh Nielsen.

Dino Dini desapareció de la escena de los videojuegos para dar clases de programación en no se qué universidad, lo que le proporciona el sustento, y a tocar la guitarra en pubs y cosas de esas. Si lo ven por ahí inviténle a una cerveza de mi parte y digánle que programó el mejor juego de fútbol de la historia. Que me perdonen los fans del Sensi. Los de fifa y pro no.

El hombre.




El juego de marras, jugado por un campeón del mundo.








1 comentario:

  1. Muy bueno! Buenísimo! Siendo un rusófilo como es usted, ¿para cuándo una entrada sobre el videojuego de videojuegos, la creación de Alekséi Pázhitnov?

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