domingo, 6 de mayo de 2012

Arijan Komazec (y III)

Nadie quería a un jugador en plena depresión y con un intento de suicidio a sus espaldas. Todavía con contrato en vigor, el Panathinaikos contactó infructuosamente con una buena cantidad de clubes europeos para deshacerse de él. El jugador fue ofrecido, entre otros, al Real Madrid y al Barcelona, que rechazaron el fichaje. Fue a parar al único club que mostró interés: el Pallacanestro Varese, un histórico italiano con 5 copas de europa en su historial, pero ahora venido a menos ya que militaba en la segunda división italiana.

El coach del equipo era el americano Joe Isaac, que entendió a la perfección a su nuevo fichaje. Komazec se encontró en su nuevo club con un ambiente familiar y cálido, donde la otra función del entrenador era organizar barbacoas semanales para los jugadores y sus familias. Con el tiempo, Joe Isaac se convirtió en una especie de segundo padre para Arijan.

En la pista, con el ánimo recuperado Arijan se salió. El sistema de juego del Varese era tan simple como este: balón a Komazec, penetración que se convertía a menudo en un uno contra cinco y, si Komazec no podía resolver, balón doblado a uno de sus compañeros libres, que tampoco eran mancos. De todas formas, resolvía, y daba la impresión que pasaba el balón sólo para sumar una asistencia más a su estadística.

El Varese volvió a la máxima categoria del baloncesto italiano por la puerta grande. En la ruda serie A-1, Komazec volvió a arrasar: máximo anotador con 33 puntos de media por partido, en siete partidos superó los 40 puntos, segundo en balones robados, cuarto en asistencias, segundo en porcentaje en tiros de dos y sexto en tiros de tres, para un estratósferico y nunca visto 37,94 de valoración de media por partido, récord que sigue vigente.

El Varese cayó en los playoffs contra el Stefanel de Milan que contaba con Dejan Bodiroga, Gregor Fucka, Ferdinando Gentile y Dino Meneghin. El Varese, en el fondo, era un one-man-team y poco podía hacer contra el buen juego colectivo tejido por Bogdan Tanjevic. Aún así, Komazec fue imparable, anuló a Bodiroga y mantuvo su media de 33 puntos.

Varese se le había quedado pequeño. Dos equipos llamaron a su puerta. Los New Jersey Nets, huérfanos de Petrovic y todavía traumatizados por la muerte del mago de Sibenik, que no encontraba el rumbo en la NBA. No eran mal equipo, con Kevin Anderson y Derrick Coleman ("me pagan por aguantar a este tipo"- Chuck Daly) pero desmoralizados y necesitados de un revulsivo. Que se llamaba, naturalmente, Arijan Komazec.

El otro equipo era otro huérfano, en este caso de Pedrag Danilovic que se había marchado a los Miami Heat de Pat Riley: la Virtus de Bolonia, campeón de la Lega por dos años consecutivos, con muchas posibilidades de una tercera y de hacer algo grande en la Euroliga.

Arijan no quería dejar europa sin algún título colectivo, así que eligió la Virtus. Se encontró un escenario muy diferente a Varese. Un entrenador que en lugar de organizar barbacoas manejaba el látigo con soltura. Un público hostil, que añoraba a Danilovic, que nunca dejó de compararlo con él y que jamás le perdonaba errores.  Y que le culpó de la eliminación en semifinales de Lega frente, otra vez, el Stefanel de Dejan Bodiroga, que además le superó en el duelo individual.

Su segunda temporada, además de encontrarse con todo lo anterior, hubo de sumar el problema de las lesiones. Se perdió partidos clave y fue acusado por la prensa de Bolonia de fingir esas lesiones porque no podía con la presión. Komazec respondió jugando lesionado, en un escándalo típico del baloncesto italiano, donde los médicos del club, en lugar de parar la decisión del jugador, dieron el visto bueno aunque sabían que estaba a punto de romperse, y con un entrenador que le hizo jugar conociendo perfectamente esa circunstancia.

Komazec se rompió definitivamente en semifinales contra el gran rival ciudadano, el Teamsystem de Alexander Djordjevic. Con el tobillo destrozado y varias operaciones ese verano para tratar, aunque fuera parcialmente, de recuperarlo, abandonó el club con destino, de nuevo, a Varese.

Ya nunca volvió a ser el mismo. Aún así, jugando con un pie mantuvo una media de 18 puntos por partido, muy lejos de sus registros de antaño pero, claro, con el atenuante que jugaba cojo. La temporada magnífica ya que nadie esperaba nada, aunque de nuevo su equipo cayó en semifinales, contra su ex-equipo, la reforzada Virtus de los hijos pródigos Messina y Danilovic.

Cojo, Komazec deja el Varese y ficha por Olimpiakos en lo que considera su última opción para, por fin, ganar un título. No pudo ser. Tiene que ver como el Varese gana el Scudetto precisamente el año que él se va; y como el Panathinaikos de Bodiroga y Radja gana la liga griega.

Su última temporada completa la disputa por sorpresa en Zadar, que también ficha por sorpresa a Dino Radja. Y ¡tampoco! ganan la liga croata, dominada sin fin por la Cibona. Tras una breve experiencia en un equipo polaco y un estrambótico fichaje por los Vancouver Grizzlies, donde cobra pero no debuta, unos pocos partidos en el AEK de Atenas y una última temporada en Avellino italiano, se retira.

Se establece en Zadar y es un habitual de la grada de su antiguo equipo. Su última aparición pública sucede unos años después de su retirada, como espectador en un Zadar-Partizan de la liga adriática, donde los ultras del Zadar le acusan de ser serbio y tratan de lincharlo. Al antiguo ídolo del club. La policía responde deteniendo a Komazec y llevándoselo al calabozo.

Y tras esto, desaparece. Nadie sabe donde vive. Giussepe Giergia, que más o menos mantiene un contacto con él, afirma que sigue viviendo en Zadar, en las afueras, aunque no sabe exactamente donde. De nuevo, se habla de depresión y de intentos de suicidio. De soledad mal llevada.

Arijan Komazec fue el mejor anotador europeo de la década de los noventa. Un jugador extraordinario con unos fundamentos y una técnica difícil de ver hoy día en un baloncesto moderno (risas del público) donde el músculo es más importante que el cerebro. Un tipo que nos hizo disfrutar a todos lo que nos gusta el baloncesto. Estés donde estés, gracias tío.


2 comentarios:

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  2. Thanks for the information about Komazec. I remember him from the early 90s on the national team for Croatia. Was very surprised to read here about what happened to him. Researched a bit and it seems he is now coaching young people in Zadar. Great player, but unfortunately it seems some emotional/mental issues pulled him down.

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